Incontinencia urinaria: “El mensaje es consultar a un médico, no solucionar el problema con una compresa”

Incontinencia urinaria

Una de cada tres mujeres en Europa y más de 350 millones en todo el mundo sufren pérdidas de orina involuntarias

Una mujer con incontinencia urinaria

Existen diversos tratamientos que pueden resolver o mejorar significativamente la incontinencia urinaria. 

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La incontinencia urinaria, o pérdida involuntaria de orina, afecta a una de cada tres mujeres en Europa y a más de 350 millones en todo el mundo, según datos del Hospital Clínic Barcelona. Pese a su alta prevalencia, aún persiste la creencia errónea de que es una consecuencia inevitable del envejecimiento.

El miedo a sufrir pérdidas lleva a muchas mujeres a restringir su vida social para evitar la exposición pública del problema. Sin embargo, la doctora Montserrat Espuña, ginecóloga del Hospital Clínic Barcelona, subraya que “aunque muchas mujeres viven su incontinencia en silencio porque les avergüenza o creen que es parte de la edad, la mayoría de los casos se pueden tratar, curar o al menos mejorar de forma significativa”. 

“El mensaje para una mujer que tenga escapes involuntarios de orina es que consulte al médico para saber a qué tipo de incontinencia pertenece su problema y obtener un tratamiento adecuado, pero que no solucione el problema comprando una compresa”, advierte la doctora Espuña. Además, subraya que este trastorno no es irreversible y puede tratarse.

Identificar sus manifestaciones es clave para detectar posibles problemas. La incontinencia puede producirse en distintos momentos: al reír, toser o estornudar; al hacer ejercicio o levantar peso; o como una urgencia repentina que impide llegar a tiempo al baño. En algunos casos, se combinan varios de estos episodios. Las causas pueden ser genéticas, estar relacionadas con cambios hormonales o derivarse de cirugías. También pueden deberse a lesiones en la musculatura del suelo pélvico provocadas por embarazos, partos o deportes de impacto.

El mensaje para una mujer que tenga escapes involuntarios de orina es que consulte al médico para saber a qué tipo de incontinencia pertenece su problema y obtener un tratamiento adecuado, pero que no solucione el problema comprando una compresa.

Montserrat EspuñaProfesional de la ginecología del Hospital Clínic Barcelona

Para establecer un diagnóstico, además de evaluar los síntomas, se revisa la historia clínica, se realiza una exploración física y se pueden llevar a cabo pruebas como ecografías o cistoscopias. Elaborar un diario miccional, en el cual se registre la frecuencia de las visitas al baño, la ingesta de líquidos y el momento en el que se producen las pérdidas, también ayuda a determinar la causa del problema. En centros de referencia como el Clínic Barcelona, las unidades de suelo pélvico, integradas por profesionales en ginecología, urología y fisioterapia, ofrecen una atención especializada e integral.

En cuanto al tratamiento, el primer paso suele ser modificar algunos hábitos: reducir el consumo de cafeína y alcohol, moderar la ingesta de líquidos, prevenir el estreñimiento y fortalecer el suelo pélvico con ejercicios específicos. Si estas medidas no son suficientes, se pueden recetar fármacos para relajar la vejiga o, en casos más complejos, recurrir a procedimientos como la inyección de toxina botulínica o la colocación de bandas de soporte para la uretra.

La doctora Espuña enfatiza que las pérdidas de orina no deben considerarse “normales” tras un parto o durante la menopausia. Aunque factores como la obesidad, el tabaquismo o los esfuerzos físicos repetidos puedan agravar la situación, también es posible mejorarla adoptando hábitos más saludables.

Obtener un diagnóstico certero de un médico que te valide y escuche es clave para poder vivir con incontinencia.

MeravellesPaciente del Hospital Clínic Barcelona

La historia de una paciente del Hospital Clínic Barcelona resalta la importancia de pedir ayuda a tiempo. “No sabía exactamente qué me pasaba y lo viví muy mal. Antes existía un tabú importante”, recuerda. La situación cambió tras recibir un diagnóstico certero y un tratamiento personalizado que incluyó ejercicios de refuerzo muscular, medicación y toxina botulínica. “Me ha cambiado la vida”, asegura. Para ella, lo más determinante fue encontrar un equipo médico que reconociera su problema: “Obtener un diagnóstico certero de un médico que te valide y escuche es clave para poder vivir con incontinencia”.

Existen diversos tratamientos que pueden resolver o mejorar significativamente la incontinencia urinaria. El consejo general es no posponer la consulta médica, ya que es fundamental una evaluación adecuada para determinar la mejor opción de tratamiento. Con el enfoque adecuado y el respaldo de un equipo multidisciplinar, muchas mujeres pueden recuperar la confianza y retomar sus actividades diarias sin el temor constante a un escape.

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