Yolanda Ramos fue la última invitada de la semana en La Revuelta y, como es habitual en cada participación de la actriz en televisión, las risas no dejaron de sucederse entre el público.
El momento más divertido -a la par que curioso- entre ambos cómicos llegó, no obstante, con un clásico del programa conducido por David Broncano: las preguntas típicas sobre la vida sexual y el patrimonio económico de los invitados que pasan por el sofá del Teatro Príncipe Gran Vía.

Yolanda Ramos, en 'La Revuelta'.
La cómica, que acudió al programa para presentar su última película, Viaje de fin de curso: Mallorca, no solo se negó a responder a las preguntas clásicas del programa, sino que se burló de su propia situación con toda naturalidad, como siempre se ha caracterizado.
El momento llegaba al final de su entrevista, cuando Broncano le hacía las típicas preguntas del programa. Primero llegaba el turno del número de relaciones sexuales en el último mes, para luego pasar a la cantidad de dinero que tenía en el banco en ese momento. Ramos, mirándole, no podía sino echarse a reír.

Yolanda Ramos, en 'La Revuelta'.
La actriz se negaba a contestar, entre risas. “Si digo la verdad... es que no la voy a decir”, comenzaba diciendo, antes de explicar el por qué: “No la puedo decir porque nadie me creería”.
Broncano, intrigado, quiso saber más. ”¿Es más o menos de lo que pensamos?”, trató de indagar, a lo que Ramos sorprendía con un cómico pareado: “Es una mierda como un zángano”.
Yolanda Ramos: “La gente me ve y se piensa que tengo mucho dinero y tengo muy poco”
“Mucho menos y lo digo sinceramente y con el corazón”, reconocía finalmente la actriz. “La gente me ve y se piensa que tengo mucho dinero y tengo muy poco”, itía. Lo que sí confesó es que, con su esfuerzo trabajando, había conseguido una posición acomodada.

Yolanda Ramos, en 'La Revuelta'.
“Es verdad que, gracias al público sobre todo y a la gente que me contrata, me he podido comprar una casita en Cádiz y la he reformado y se me ha hecho mucho dinero”, explicaba. Aún así, reiteró: “Pero es que fliparíais. O sea, fliparíais.”,
Sobre el sexo, optó por responder con humor, asegurando que “hace mucho que no...”, mientras expresaba su incomodidad reconociendo que “es un tema del que no me gusta hablar”.