El presidente estadounidense Donald Trump acusó este viernes a China de “violar totalmente” el acuerdo comercial preliminar y la pausa establecida con Estados Unidos. También dio a entender que emprenderá acciones en respuesta a este desacato.
“La mala noticia es que China, tal vez ninguna sorpresa para algunos, ha violado totalmente el acuerdo con EE.UU. Tanto ser el señor buen chico”, escribió en su red social.
Esto significa que, mientras persiste el caos por el ping pong de resoluciones judiciales, una que suspendió los gravámenes por considerarlos ilegales y una apelación que dejó paralizada esa resolución y permitió temporalmente los aranceles, Trump decidió escalar de nuevo las tensiones con su principal competidor económico en el mundo.
Su arrebato se produjo después de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmara la noche del jueves en la Fox, el otro conducto oficial de comunicación de este gobierno, que las negociaciones con Pekín iban mal y se habían estancado.
A rebufo de este último mensaje de Trump, el representante comercial de EE.UU. Jamieson Greer, se hizo eco de la queja del presidente y aseguró que “estamos muy preocupados por el incumplimiento de China respecto al pacto temporal comercial”. Incluso sostuvo que esa actitud “es completamente inaceptable y se debe corregir”.
Estados Unidos y China acordaron el pasado 12 de mayo, tras un fin de semana de negociaciones en Ginebra (Suiza), una suspensión de 90 días en las tarifas recíprocas impuestas entre ambas naciones. Los aranceles de EE.UU. a las exportaciones chinas bajaron del 145% al 30%, mientras que las inversas fijadas por el gigante asiático contra Washington cayeron del 125% al 15%. Esta pausa vence el 12 de agosto, salvo accidentes.
“Gracias a este acuerdo, todas las cosas se regularizaron rápido en China, que regresó a sus negocios como era habitual. Todo el mundo estaba feliz. Esta era la buena noticia”, recordó Trump este viernes en su post amenazante. Bessent sugirió que la única vía para desatascar el conflicto pasa por una conversación directa entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping. Y los inversores, de nuevo, atacados de los nervios.
