Si Elon Musk ha sido la cara de los recortes masivos, en apariencia caóticos e improvisados, y en ocasiones ilegales de la istración Trump, Russell Vought ha sido el cerebro. Ahora que el consejero delegado de Tesla ha anunciado que abandonará el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Vought adquirirá su papel protagonista, según ha avanzado el medio The Wall Street Journal, aunque la Casa Blanca todavía no lo ha confirmado.
No lo esperen empuñando la motosierra de Milei, como hizo Musk en febrero durante la Conferencia de Acción Política Conservadora, ni llevando una gorra negra dark MAGA, ni presentando al mundo a uno de los ingenieros del DOGE, apodado Big Balls. Vought, uno de los autores principales de Project 2025, el manifiesto y plan de acción del centro ultraconservador Heritage Foundation para los primeros 180 días de Trump, lleva años trabajando en silencio para implementar su cruzada contra la burocracia estadounidense.
Russell Vought, director de la oficina presupuestaria de EE.UU.
“Queremos traumatizar a los burócratas, que cuando se levanten no quieran ir a trabajar y que se les vea como villanos”
Actualmente, es el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OGP), cargo en el que ha trabajado de la mano del equipo de Musk para implementar los despidos de funcionarios y el desmantelamiento de programas sociales en la mayoría de departamentos y agencias de la istración. Su oficina, por ejemplo, mandó el correo a los funcionarios con un ultimátum en el que les pedía que describieran qué habían hecho en la última semana o podían ser despedidos.
Vought está más familiarizado que Musk con las palancas del poder y tiene una ideología más firme. Su nacionalismo cristiano, como se autodefine, ha guiado toda su trayectoria política, que incluye la vicepresidencia de la rama de lobby de Heritage Foundation, la dirección de políticas de la conferencia republicana en la Cámara de Representantes y el cargo de director de la OGP, que ya ocupó durante el primer mandato de Trump. Pero comparte el mismo desprecio que Musk por la burocracia y lo que ambos denominan “estado profundo”, que limitó la agenda de Trump en su anterior istración.
“Queremos que los burócratas se vean afectados de forma traumática”, dijo Vought en un vídeo obtenido por ProPublica en octubre. “Cuando se levanten por la mañana, queremos que no quieran ir a trabajar, porque cada vez se les ve más como los villanos. Queremos que se les retire la financiación... Queremos traumatizarlos”.
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Si Musk tenía una visión mayormente empresarial de sus recortes y su “eficiencia gubernamental”, Vought ve el desmantelamiento de la burocracia como un arma para imprimir el cristianismo en el Gobierno y la sociedad. Tras su paso por la Casa Blanca, fundó el Center for Renewing America, una organización cuya misión es “renovar el consenso de Estados Unidos como nación bajo Dios” y que ha arremetido contra la teoría crítica de la raza y la ideología progresista.
Entre otras políticas, también incluidas en el manifiesto Project 2025, el centro ha recomendado invocar la ley de Insurrección para sacar al ejército a la calle con el fin de reprimir protestas y deportar a inmigrantes. También ha abogado por revocar la ley de Control de Retención de Fondos, promulgada en 1974 con el objetivo de limitar el poder del presidente para retener fondos que el Congreso ya ha asignado mediante una ley de gasto. Esta ley es, precisamente, la que ha limitado más la capacidad de acción del DOGE a nivel judicial hasta el momento.
En el capítulo de Project 2025 dedicado a la presidencia, Vought incide en su afrenta contra la burocracia en términos muy parecidos a Musk, que la denominó como “la cuarta rama no electa del poder federal”. La istración, escribió Vought, no sirve al presidente, sino que “lleva a cabo sus propios planes y preferencias políticas o, lo que es peor, los planes y preferencias políticas de una facción radical y supuestamente 'despierta' (woke) del país”.
“El gran reto al que se enfrenta un presidente conservador es la necesidad existencial de utilizar de forma agresiva las amplias competencias del poder ejecutivo para devolver el poder —incluido el que actualmente ostenta el poder ejecutivo— al pueblo estadounidense”, escribió Vought en el manifiesto, publicado meses antes de las elecciones y del que Trump trató de desvincularse durante la campaña, a pesar de sus evidentes vínculos.