El grupo de moda, belleza y perfumería Puig ha celebrado este miércoles su primera junta general de accionistas tras salir a bolsa en mayo del año pasado. Una reunión que ha sido tranquila, con una única intervención telemática que ha recibido una escueta respuesta, y en la que se han aprobado todos los puntos del orden del día. Entre ellos, un dividendo de 212 millones de euros y un plan de incentivos a largo plazo para consejeros ejecutivos y directivos de la empresa de hasta 167 millones de euros.
El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig, ha calificado el acto como un nuevo hito en la historia del grupo, fundado por su abuelo en Barcelona en 1914. Ante los accionistas reunidos en el hotel Hyatt Regency Barcelona Tower, en L'Hospitalet de Llobregat, el directivo ha puesto en valor los resultados del 2024. “Hemos cumplido con los compromisos adquiridos en la salida a bolsa; hemos crecido por encima de la industria de la belleza , tal como hemos hecho en los últimos cuatro ejercicios”, ha subrayado.
Mantiene unas previsiones de crecimiento de entre el 6% y el 8%
El año pasado Puig obtuvo una facturación récord de 4.790 millones de euros, un 10,9% más que en el 2023, y ganó 530 millones. Pero los doce meses transcurridos desde su salto al parqué tienen una de cal y otra de arena. Mientras que las ventas van al alza, con un incremento de ingresos del 7,5% en el primer trimestre de este ejercicio, la acción ha caído un 31,96% desde que se estrenó en la bolsa de Barcelona. El valor marcaba 24,5 euros el día de su debut, cuando a media sesión de hoy la acción estaba a 16,67 euros.
Esta evolución a la baja en el parqué no ha sido abordada durante la junta de accionistas, que ha contado con un quórum del 97,13% del capital social, tanto de forma presencia como a través de streaming. Tampoco se ha hecho mención a los aranceles de Estados Unidos, aunque el presidente de la compañía ha mantenido las previsiones de crecimiento para este 2025, de entre un 6% y un 8% pese a la situación geopolítica. En la comunicación de resultados del primer trimestre, Puig explicó que las expectativas de ventas para el ejercicio incluían el impacto de los las tarifas de Trump “en los niveles actualmente previstos”. Además, anunció una subida de precios moderada en Estados Unidos para mitigar el posible impacto sobre la rentabilidad.
Plan de incentivos
En el apartado de intervenciones, sólo un accionista minoritario ha trasladado una pregunta de forma telemática, interesándose por el desempeño de tres de las marcas estrellas del grupo: Carolina Herrera, Paco Rabanne y Jean Paul Gaultier. “No desglosamos el valor de mercado de nuestras marcas”, han respondido desde la empresa.
Tras ello, la primera junta de accionistas de Puig aprobó el reparto de un dividendo de 212 millones de euros, el 40% del beneficio neto del 2024, a razón de 0,377 euros la acción. En cuanto al plan de incentivos, que también recibió luz verde, consistirá en la entrega de acciones de clase 'B', con una duración total de cinco años, para los ejecutivos y directivos en función de si cumplen unos objetivos. Se dividirá en tres ciclos solapados pero independientes entre sí, de tres años de transcurso cada uno de ellos, hasta diciembre del 2029.
De esta manera, el presidente ejecutivo de Puig podría llegar a recibir en cada uno de los tres ciclos previstos hasta el 440% de su salario fijo en acciones. Marc Puig tuvo en sueldo de 1,1 millones de euros en el 2024, que subirá a 1,8 millones este año.
Además, Puig ha reelegido a su auditor de cuentas, EY, para el ejercicio 2025, al tiempo que también le ha nombrado verificador de la información sobre sostenibilidad para el mismo periodo.
Finalmente, la junta ha emitido un voto consultivo favorable al informe anual de remuneraciones de sus consejeros correspondiente al año cerrado el pasado 31 de diciembre, y ha aprobado el estado de información no financiera consolidado y la información de sostenibilidad, así como el resto de puntos del orden del día.
